Friday, June 17, 2005

¿Incertidumbre?


Cuando Miguel se encontraba en el borde del abismo, donde la influencia de la más mínima fuerza, está por determinar, el paradero de su destino, y lo único que pudo hacer, era conformarse, con los efectos de una elección irreversible, experimentó una sensación de incertidumbre, similar a la de confundir, una aceituna negra, con un chocolate.

Lo hecho, hecho está… y ahora que el jugador nota el contraste, de las cartas que acabó de cambiar, parece irrelevante el amargo de la aceituna, comparado con la valiosa oportunidad, de tener un buen juego y asegurarse, una dulce victoria. Miguel pensaba que se había precipitado, que tal vez, había sido un optimista, porque las cosas no siempre resultan ser lo que parecen. A continuación, su atención se centró en los movimientos de sus oponentes, mientras disimulaba el sudor de sus manos, con una cara de poker. Pero ahora que las apuestas se han doblado, ya es un poco tarde para arrepentirse. Quizás tenga la suerte de salir impune, frente al deliberado impulso y reflexionar, posteriormente, la experiencia vivida. Pero parece que las posibilidades del pensamiento aumentan, cuando la suerte disminuye y por ende, expone al hombre en carne propia, a las consecuencias de su proceder.

Lo verdaderamente importante, aquí, es la exaltación, por parte de quien se halla en un momento de incertidumbre, pues es tan repentina la pérdida del control, que cuando nos damos cuenta de ello, nos impacta estar en las manos de otro, porque es más evidente, que el ambiguo mundo de la probabilidad, pero no menos riesgoso, que una vulnerabilidad, no percibida.

Monday, June 13, 2005

¿Felicidad = Invisibilidad?

Hoy me di cuenta, que existe una especie de felicidad que se parece a la tristeza, por su carácter melancólico. La forma más sencilla de llamar la atención es sentarse, en medio de la acera, a llorar con lágrimas de cocodrilo. Créanme: Funciona mejor que una sonrisa, cuando se trata de despertar la curiosidad de los transeúntes y con un poco de suerte, aparecerás en las escenas amarillistas, de los noticieros. Pero hay que tener cuidado con los mimos de los semáforos, porque ellos tratan de rebuscarse el dinero, con un rostro feliz, que se dibujan, para disimular la cara de necesidad. Yo, por fortuna, todavía conservo una sonrisa natural y espontánea, aunque a veces la sensación de invisibilidad, me resulta contradictoria.


La luna ya se ha ido y con ella,
las estrellas se han marchado,
dando paso al despunte del alba,
donde los ases de luz
acarician las nubes…

Cuando el brillo nocturno se hace invisible,
El sol no es el único que quema

Y bajo la sombra de los robles,
También reposa la esperanza


*Éste post fue publicado, con la intención de resaltar la importancia de las personas que sonríen y que creen que vale la pena luchar por la felicidad, a pesar de las adversidades de un mundo caótico. No sólo hay que preguntarle a la gente por su tristeza, sino por su felicidad, me parece más interesante, porque es más fácil echarse a la pena y no soy facilita.

Friday, June 03, 2005

Sobre el lenguaje y otros demonios

Hoy quiero tocar el tema del lenguaje, porque es algo demasiado profundo y complejo. Me pregunto que tipo de genes existen en los árabes, que llegan a poner su propia vida como garantía de su palabra, al cerrar un negocio; deben tener algo especial en su estructura genética, que les permite conservar la serenidad y la seguridad, de que nada podrá impedirles cumplir lo que prometen. (No todos, pero supongo que así negociaban los sultanes del desierto)

Estoy convencido de que, cuando uno cree en las cosas que dice, tiene asegurada una buena cuota de poder; el otro 50% está en la preocupación por hablar verazmente, es decir, sabiendo identificar el límite de la opinión y los principios del juicio. Es tan simple como la situación de la gallina y el cerdo, pues la una se compromete, poniendo los huevos; el otro, involucrando su propia carne, para tener el tocino. Al abordar este tema, me es difícil ignorar un proceso de negociación, como fundamento de toda comunicación humana. Alguna vez, un profesor me enseñó que, en toda negociación, el 20% del éxito, está en las posiciones y el 80% restante, en los intereses. En ese momento, pensé en la ley de Pareto... (El 20% de las causas resuelven el 80% del problema y el 80% de las causas solo resuelven el 20% del problema.) lo cual, me llevó a deducir, que la posición implica las cuestiones de forma y los intereses, las cosas de fondo.

Pero, ¿Qué tiene que ver todo esto con el lenguaje?

La cuestión busca identificar la mezcla homogénea de 2 elementos: La razón y La estética . Toda teoría, todo descubrimiento científico, parte de una hipótesis; la misma geometría, consta de una serie de axiomas básicos, carentes de cualquier elemento que los explique, a parte de ellos mismos.“El "problema" de tratar de comprender a la razón es que requerimos de la razón para hacerlo.” y en el caso de la estética, pues; de nada sirve, cuando no encuentra una razón, un sujeto, una idea que debe ser adornada, para facilitar la comprensión y potenciar sus efectos persuasivos, en la mente del interlocutor. Es evidente para todos, que la cantidad de conocimiento adquirida por el hombre, se asemeja cada vez más, al ciclo de vida de un producto (introducción, crecimiento, madurez y declive), en la que cada vez, el margen de sabiduría disminuye y por ello mismo, su valor se incrementa.

Creo que es un tema bastante difícil de abordar, por la globalidad que encierra. Sin embargo, me parece productivo para el ejercicio de la mente, ya que me ha llevado a la conclusión de que, para un lenguaje práctico, se debe emplear un 80% de razón y un 20% de estética y, para un lenguaje teórico, un 20% de razón y un 80% de estética, ya que en la práctica, es de vital importancia, aplicar el conocimiento, mientras que en la teoría, la belleza es fundamental, para atraer la atención de la mente y que le sea más fácil, interiorizar el aprendizaje.


PD: Si alguién sabe sobre el tema, por favor corregirme, sí mi propio juicio me engañana. Gracias!