La “Última” Cerveza

Brindo por mis cuatro amigos
Bebo por mis cuatro hermanos,
Pero festejaré, con no más de un petaco

Sólo un único trago, ya que después de esa noche,
El recuerdo quedó tallado;
Y es la cerveza la que muere porque la botella,
Permanece a mi lado…

La oscuridad ha caído y el viento hace vacio en mi copa,
Las estrellas están solas,
Yo todavía siento el sabor en la boca,
Pero el brillo de la luna ausente
Será eterno en ellas…

Es difícil aceptar los cambios que tienen las personas a través del tiempo; en especial, cuando se trata de los amigos del colegio; esos pocos que crecen, que se forman a tu lado y que nunca olvidan los mejores momentos. ¿A quien se puede llamar amigo hoy en día? Este poema ha sido escrito, en reconocimiento a la amistad; esa amistad que perdura por siempre y que nos hace sentir profundos vínculos de hermandad, porque el verdadero generador de valor, se basa en la confianza y en las relaciones humanas que enriquecen cultural, mental y espiritualmente. En últimas, los amigos son una de las buenas garantías, de que se hizo algo bien en la vida.

A todos los que aún se dejan llamar amigos: GRACIAS!