Pasión y Rutina
Para que haya río, debe haber cauce y éste último sólo puede ser labrado por una corriente. Podríamos comparar a los diferentes tipos de lectores con los diferentes tipos de peces y no todos los peces nadan en las mismas aguas. Ser consciente de este principio, representa una amenaza para la creatividad, pero una ventaja importante para lanzar el dardo en la diana: Por un lado, permite identificar el objetivo y delimitar el alcance de la historia; por el otro, alimenta la autocrítica del autor y en el acto, al verdugo potencial de su ingenio.
Está claro que la capacidad de elegir, es una de las características típicas del ser humano, pero también está claro, que se va haciendo camino al andar y lo que descubrimos nos da indicios del fin, pues no viene predeterminado cómo el de cualquier máquina. Sólo me resta por decir, que este es un llamado en pro de la curiosidad, de la pasión por la vida y por desarrollar un espíritu aventurero, en búsqueda de la luz que está fuera de la caverna y donde no danzan las sombras.